- Ayudar a las partes a definir y comprender los problemas que están en disputa.
- Identificar y abordar las cuestiones jurídicas y fácticas clave que están en juego en la disputa.
- Coordinar el proceso de recopilación de pruebas y otros elementos de prueba relevantes para la disputa.
- Ayudar a las partes a seleccionar un árbitro o un panel de árbitros imparciales y expertos en el tema de la disputa.
- Realizar audiencias formales y otros procedimientos necesarios para resolver la disputa.
- Facilitar la negociación de un acuerdo que refleje los términos acordados por las partes o emitir una decisión vinculante que resuelva la disputa.
- Ayudar a las partes a cumplir con los términos del acuerdo o la decisión arbitral.
- Proporcionar un ambiente seguro y confidencial donde las partes se sientan cómodas, compartiendo información y expresando sus sentimientos.
- Ayudar a mejorar la relación entre las partes para prevenir futuros conflictos.